Mi maestro ideal sería aquel que no etiquetase a sus alumnos sino que supiese valorar y destacar de cada uno lo mejor de ellos y potenciar o reforzar sus puntos débiles, para así hacerles descubrir que en la variedad está el gusto y que no todo es ser el “niño modelo”. Aquel que por muy duro que sea su día, siempre entre en el aula con el mejor vestido que hay en el mercado, una bella y gran sonrisa; que es la mejor llave para entrar en la mente y el corazón de los niños. Un educador, que acerque la realidad a sus clases y proponga y organice salidas o excursiones para que los niños tomen contacto con esa realidad, que tarde o temprano tendrán que enfrentar. Ese educador moderno y actualizado, que no se basa sólo en el libro de texto, sino que busca recursos y nuevas tecnologías que amenicen y motiven la atención de los alumnos. Un profesor cercano y atento, no sólo en el aula, sino también en el recreo o momentos de entrada y salida del mismo, para que el alumno no sólo le tenga como referencia en el aula, sino como un pilar importante también en su día a día. Aquel maestro que despierte en los niños esas ganas de investigar y conocer, que no busque darlo todo hecho al alumnado y que no acepte un “no puedo” como respuesta.
Blog para diversas asignaturas relacionadas con el área de lengua y literatura (Didáctica del Español como lengua no materna y Didáctica de la Lengua Española)
domingo, 14 de abril de 2013
Un lugar maravilloso
Un gran destello azul se refleja mis ojos cuando giro en la
rotonda para llegar al Paseo de los Melancólicos. Según me voy acercando,
siento como la piel se me pone de gallina; tantas veces he realizado este
camino, que ya he perdido la cuenta. El ambiente se llena de electricidad
mientras vas cruzándote con la gente, que al igual que tu, espera ansiosa por
cruzar una de tantas puertas que lo rodean. Con el corazón encogido de la
emoción y las ganas de pasar una maravillosa tarde, la camiseta que llevo yo,
como tantos otros llevan puesta, se funde para dejar de ser un escueto
accesorio textil y formar parte de nuestra constitución humana; podría
decirse que llevamos por fuera, lo que nos late por dentro. Cuando ya te encuentras dentro de esta
grandiosa casa, se escucha el eco de aquellos que ya no están, pero que en su
día estuvieron, alentando y animando en este emblemático lugar. No he visto en
otro sitio cosa igual. El incondicional amor de unas meras personas a unos simples
colores. Puede que sean los sinceros abrazos de esa gente desconocida que comparten
tus memorables alegrías y tus frustrantes penas o todas esas bellas sonrisas
que te regalan esas personas a rayas que te encuentras. Si, en este recóndito lugar,
me siento como en casa. No sé si es la sensación de humedad que al caer la
tarde nos refresca o el olor del bocadillo de tortilla del espectador que se
encuentra a mi derecha, pero el Vicente Calderón, es el lugar donde la ilusión
viene a mi cada día que voy a trabajar o a disfrutar del fútbol. Evidentemente,
al mariscal sulfuroso nunca le gustó esta reflexión, ya que a él le gustaban
los merengues.
Parece que fue ayer...
¡Hay que ver! Parece que fue ayer, cuando saliste de la cuna
y empezaste a crecer. No puedo dejar de pensar que será de ti. Te veo dando tus
primeros pasos por el pasillo de tu casa. Como si de un pequeño bebé de anuncio
se tratase, con tus brillantes ojos azules y tu fino pelito rubio. Corriendo de
aquí para allá, persiguiéndome, traviesa e inquieta. Recuerdo como devorabas
los potitos de fruta, mirando fijamente mi mano, esperando impaciente la
siguiente cucharada. Tus noches de llantinas por no querer dormir sola, tu
adorable risa tras unas pedorretas en la tripa o como te sentiste tan mayor
cuando te regalaron ese triciclo.
Nunca podré olvidar tu primer día de colegio, la alegría que
desprendía tu mirada y la fuerza con la que agarrabas la mano de mamá, antes de
adentrarte en un mundo nuevo, del cual en el futuro formarás parte, aunque tú
aún no lo sabías. Como siempre, tan atenta con los demás niños, con esa
facilidad para relacionarte y hacer amigos.
Con el tiempo, empezaste a dejar de ser una niña, para
convertirte en una mujercita. Cambiaste los juguetes por el ordenador y el
investigar en la cocina por recorrer la naturaleza. Llegaron los amores, las
fiestas y con el tiempo llegó el momento de abandonar el hogar. Tu futuro, no
estaba en el norte, estaba en la capital.
Tras abandonar el nido y establecerte en una nueva ciudad,
tocaba comenzar una nueva vida, como adulta.
Tu aspecto físico despertaba en las personas que ibas
conociendo la impresión de encontrarse ante una chica extranjera, de Dinamarca,
tal vez. Pero como es algo que te caracteriza, tu simpatía y alegría te hacia
integrarte en cualquier parte. Querida y valorada por todos los que están a tu
alrededor, ¡si es que has nacido con estrella! Aunque a veces se te peguen las
sabanas, ¡tanto llorar de pequeña por no querer dormir, y ahora no hay quién te
mueva de la cama! Los demás saben que eres una chica que sabe escuchar y que
siempre está para lo que sea.
Y finalmente estas aquí, en el CES Don Bosco, estudiando
tercero de magisterio. Para convertirte en una gran profesional, porque una
gran persona ya lo eres.
lunes, 1 de abril de 2013
Tercera tarea
Las monjas viajeras, de Gianni Rodari
Un día las monjas decidieron hacer un viaje de aprendizaje. Camina que camina, se pararon y una preguntó:
— ¿Qué es lo que se ve?
Un día las monjas decidieron hacer un viaje de aprendizaje. Camina que camina, se pararon y una preguntó:
— ¿Qué es lo que se ve?
— La armazón, cerrado o no según los casos, hecho con barras o listones y destinado a encerrar animales de un león, el estanque de las focas y la casa de la mamífero rumiante, indígena de África, de cinco metros de altura, cuello largo y esbelto, las extremidades abdominales bastante más cortas que las torácicas, con lo que resulta el cuerpo más bajo por detrás; cabeza pequeña con dos cuernos poco desarrollados, y pelaje de color amarillento con manchas leonadas.
— Qué grande es el conjunto de todas las cosas creadas y qué instructivo es viajar.
Siguieron el camino y se pararon sólo al mediodía.
— ¿Qué es lo que se ve ahora?
— La casa de la mamífero rumiante, indígena de África, de cinco metros de altura, cuello largo y esbelto, las extremidades abdominales bastante más cortas que las torácicas, con lo que resulta el cuerpo más bajo por detrás; cabeza pequeña con dos cuernos poco desarrollados, y pelaje de color amarillento con manchas leonadas, el estanque de las focas y la armazón, cerrado o no según los casos, hecho con barras o listones y destinado a encerrar animales del león.
— Qué extraño es el conjunto de todas las cosas creadas y qué instructivo es viajar.
Se pusieron en marcha y se pararon sólo a la puesta del sol.
— ¿Qué hay para ver?
— La armazón, cerrado o no según los casos, hecho con barras o listones y destinado a encerrar animales del león, la casa de la mamífero rumiante, indígena de África, de cinco metros de altura, cuello largo y esbelto, las extremidades abdominales bastante más cortas que las torácicas, con lo que resulta el cuerpo más bajo por detrás; cabeza pequeña con dos cuernos poco desarrollados, y pelaje de color amarillento con manchas leonadas y el estanque de las focas.
— Qué aburrido es el conjunto de todas las cosas creadas: se ven siempre las mismas cosas. Y viajar no sirve precisamente para nada.
Claro: viajaban, viajaban, pero no habían salido de la armazón, cerrado o no según los casos, hecho con barras o listones y destinado a encerrar animales y no hacían más que dar cada una de las circunvoluciones de una cosa alrededor de otra a la cual se aplica en redondo como los mamíferos del orden de los Perisodáctilos, solípedos, de cuello y cola poblados de cerdas largas y abundantes, que se domestican fácilmente del recreo de feria que consiste en varios asientos colocados en un círculo giratorio.
Respuestas de Alejandra 5ºA
Respuestas de Raúl 6ºB
¡Me han encantado vuestras imágenes chicos! La historia de las monjas viajeras ha quedado muy chula gracias a vuestro trabajo.
Veo que esta definición os ha dado problemas (por lo menos a Alejandra) conjunto de todas las cosas creadas hace referencia a la palabra: MUNDO
¡Estoy encantada con vosotros chicos! ¡No dejéis de trabajar así de bien!
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